La garra y la intensidad con la que los Pumas encararon el partido contrastaron con la apatía, ineficacia y equivocada forma con la que los celestes saltaron al terreno de juego.
A lo largo de los 90 minutos, todos los problemas, errores y mala suerte que Cruz Azul no tuvo a lo largo de la Fase Regular, aparecieron para destrozar un excelente campeonato y hundir en la tristeza a miles de aficionados cementeros.
De nueva cuenta el convencimiento estuvo del lado de los auriazules, quienes a base de un buen futbol lograron maniatar a su rival durante todo el partido. Cruz Azul por su parte nunca se sintió cómodo en su cancha, aceptó un gol apenas al inicio del partido, perdió un hombre por expulsión y regaló un penal en el momento que no podía hacerlo.
La historia se repitió. Cruz Azul queda eliminado, lejos de una nueva estrella, y verá lo que resta de la Liguilla en casa, mientras que Pumas con el corazón que lo caracteriza está más vivo que nunca.
JUAN PABLO PINEDA LLUIS
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