Las adelitas, revolucionarias y luchadoras

Las mujeres a lo largo de la historia han sido muy poco valoradas y reconocidas, pero , como buenas mujeres siempre existen en la historia sus excepciones, tales como a las que les gusta sobresalir por su coraje y valentía.

La revolución mexicana no solo mostró hombres capaces de luchar por lo que por derecho era suyo si no, también mostró la cara de mujeres valientes que eran el apoyo y soporte de aquellos hombres que se enfrentaban en batalla, así es, me refiero a las adelitas.

Las adelitas fueron mujeres que se encargaban de la alimentación de las tropas, ellas, iban con sus esposos a las batallas, los atendían y aparte de eso se dedicaban a la educación de los hijos. Pero si su esposo fallecía en batalla ella tendría que tomar su lugar en el frente, luchar a la par de la tropa, mujeres que se caracterizaron por su valentía.

Las mujeres de esa época podían hacerlo todo, y aunque no todas iban a la batalla por la libertad y las tierras otras, se quedaban en casa a hacerlas de señores de la casa y a conseguir el sustento de la familia.

Un gran ejemplo es Felícita Sanchez a quien se le atribuye el taco acorazado en el año de 1908, este platillo fue el alimento de las tropas de la revolución por su facilidad de transporte.

Otro gran ejemplo de la sadelitas fué Rosa Bobadilla pues cuando su esposo el coronel Severiano Casas muere en batalla en 1910, el caudillo del sur, Emiliano Zapata le ofrece ocupar el puesto del coronel ya que en ella percibió una valentía. "La Coronela", ese fue el nombre que después de le asigno y llego a tener a su cargo 200 hombres.

Bobadilla se unio a la lucha llevando con ella a sus hijos , los cuales mueren. Al finalizar la lucha Emiliano Zapata, le consigue una casa para que en ella, viva sus últimos años en paz y a gusto. Pero como buena mujer y revolucionara esa casa la convirtio en una vecindad para las mujeres desamparadas y adelitas.

Ser adelitas no solo es tener una fachada basada en vestimenta y armas, es ser mujeres que saquen adelante a sus familias, el luchar hombro a hombro sin ningun tipo de feminismo junto a su compañero, pues no importa quien pueda más si no el sacar a la familia adelante.

por: Ma. Fernanda Ranfla Iniestra.